Este es el pronunciamiento de la Presidencia y la Dirección Ejecutiva de Acopi seccional Atlántico en torno a la firma del TLC con EE.UU.
La aprobación del TLC con EEUU representa un relacionamiento estratégico con el principal consumidor del mundo y potencia productora, por lo que estamos llamados a ser ahora más competitivos, y a asumir el gran reto que representa dicho Tratado para el sector empresarial Mipyme.
Desde el gremio celebramos esta aprobación que sin duda traerá beneficios para diversos sectores, pero también reconocemos que en el país somos vulnerables en ciertos frentes, no nos preparamos de una manera integral como sí lo hace EEUU; por ejemplo ellos firman la Asistencia de Ajuste Comercial (TAA –por su siglas en inglés-), cuyo fin es ayudar a los trabajadores que han perdido sus empleos como resultado de aumento de las importaciones o cambios en la producción de los Estados Unidos, sin mencionar el sistema de subsidio permanente que tiene el sector rural en EEUU; nuestro país ha debido anticiparse en proyectar un plan de mitigación en el impacto que pueda tener este y demás tratados suscritos, sumados a los que se puedan firmar.
Cabe anotar, que el TLC le da al Departamento del Atlántico una magnífica oportunidad para el crecimiento Caribe, es el momento para recobrar el protagonismo en el sector empresarial e industrial de Colombia sacando el máximo provecho a la infraestructura de nuestra ciudad, del puerto y a la ubicación y diversidad geográfica lo cual representa una ventaja para la región Caribe y el desarrollo del país de mano con el comercio exterior.
En cuanto al impacto que pueda darse en sectores económicos PYMES, encontramos algunos que se sienten amenazados y otros en ventaja ante la apertura del TLC, lo cual consideramos normal ante cualquier acuerdo comercial de tal envergadura; algunos sectores son más sofisticados, más avanzados en tecnología, con más experiencia en comercio internacional, más innovadores y con estructuras más sólidas.
En Colombia se ve una oportunidad integral en el Sector Confecciones, sin embargo en el Departamento del Atlántico, vemos a el segmento Mipyme amenazado, ya que es una actividad productiva que se ha desvertebrado a través de los años y lo que hoy encontramos como grandes empresas, son contadas maquiladoras ubicadas en la zona franca; por tanto para las microempresas que son la mayoría, y para las pymes que tienen su marca propia y son proveedores de grandes superficies, cada día mantenerse en el mercado y tener un margen de rentabilidad que le proyecte crecimiento es casi imposible. Sin duda, el eslabón textil el cual adolecemos nos deja en desventaja.
Podemos citar también el caso del sector calzado en la región; que es de muy buena calidad pero con muy bajo nivel de producción, lo manejan más que todo micros y pequeñas empresas, el margen de rentabilidad de ellos realmente no es alto, prácticamente atienden una demanda de grandes comercializadoras locales, pero no tenemos seguridad de que puedan contar con la infraestructura para atender un mercado internacional, la cual no es fácil adquirir.
Por otra parte, encontramos sectores más tradicionales de la economía como es el caso del Sector Metalmecánico y el Sector Alimentos, el mercado metalmecánico está centrado en la proveeduría de grandes empresas, y este al igual que el Sector Alimentos ha incursionado en mercados internacionales, sin embargo por diversas razones, entre ellas impuestos, adquisición de materia prima, carga laboral, crecimiento de la competencia u otras, han decidido ampliar su objeto social para importar productos terminados los cuales generan muy poca mano de obra pero por su margen de rentabilidad les ayuda a compensar su estabilidad financiera.
Como gremio, hacemos un llamado a los empresarios PYMES a que consideren la asociatividad empresarial, las uniones temporales, los consorcios, a que conozcan el detalle de la Reforma a la Ley 80, que los posibilita como proveedores del sector público, entre muchos otros programas de estado a los que pudieran acceder como alternativa para mejorar las condiciones de empleo, de acceso a los mercados de productos, elevar los ingresos, la productividad y competitividad. En este orden de ideas, toma total relevancia lo sugerido por COMPITE, para que el estado redireccione la agenda de transformación productiva.
Destacamos a su vez un aspecto importante que vemos como una gran oportunidad, y es la innovación, que desafortunadamente aquí en Colombia es relacionada muchas veces con lo sofisticado e inalcanzable, cuando en realidad deber ser vista como la oportunidad de diseñar mejoras en los productos, con valor agregado que satisfagan una necesidad específica del mercado, para ello es necesario cerrar la brecha que existe entre la academia, que cuenta con un gran número de grupos de investigación, y el sector productivo, que debe considerar la innovación como parte fundamental de su estrategia de crecimiento para competir con el mercado Estadounidense y otros más.
En vista de los cambios que se avecinan somos conscientes desde el gremio que es importante aumentar los esfuerzos y enfocarlos en preparar a las pequeñas y medianas empresas ya que un porcentaje muy mínimo está listo para afrontar este acuerdo comercial. Éste momento representa para la industria un reto inevitable que superaremos con asociatividad y alianzas productivas a nivel de cadenas de valor con la gran empresa Nacional y Americana.
Por último, reiteramos nuestro interés de aprovechar al máximo las oportunidades que se presenten, y la fórmula para ello es innovar y exigirnos para alcanzar estos nichos de mercado donde podremos desarrollar productos que sobrepasen las expectativas de los que son consumidos actualmente.
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